El Padre Horacio Della Barca
El padre Horacio Della Barca mas conocido como "Titin", nos hizo un relato de su pertenencia al barrio, de la festividad de Santa Lucía y de las actividades de la parroquia. Esta es la síntesis de su relato.
Nació en Barracas (Patricios 773 y Brandsen). Sus padres vinieron de la Boca en 1929, su abuelo paterno era genovés y su abuela argentina.
Su abuela vivió hasta el año 59 y tenía muchos años, se acordaba de haber visto a Sarmiento en un acto y también tenía recuerdos de la Av. Montes de Oca cuando era de tierra. Ella vio la construcción del templo y le contó que frente a la iglesia, cuando juntaban fondos, había unos barriles abiertos y que los carreros cuando pasaban tiraban monedas.
Después se mudaron a Patricios al 400. Y de su familia recibio dos cosas muy importantes: la fe católica y ser hincha de Boca.
Fue bautizado en Santa Lucía en 1940 y tomo la Primera Comunión en 1949 -de manos del padre Samperio, se confirmo y también celebro su primera misa en 1970.
En la parroquia se inocio de chico en la Acción Católica como aspirante y después fue Delegado de aspirantes.
Cuando entro en el Seminario corto con el barrio porque en aquella época el estilo era cerrado. Sólo iba para la fiesta de Santa Lucía, porque para esa fecha empezaban sus vacaciones. Pero no venía a colaborar sino a participar de la procesión. Eso ha cambiado mucho, porque ahora los seminaristas ayudan en las parroquias.
Pero Santa Lucía seguía siendo la parroquia familiar, porque en los acontecimientos como casamientos, por ejemplo, siempre iba.
Después de 25 años un buen día lo llamó el obispo y le ofreció la parroquia de Santa Lucía. No se lo esperaba y nunca imagino que iba a ser párroco ahi.
Celebro su primera misa el 24 de mayo de 1970 y asumio el 26 de mayo de 1985.
El reencuentro con la parroquia
Cuando llego se incorporo al poco tiempo al Movimiento de Rectores de Santuarios y entonces creyo conveniente ubicar la fiesta patronal del 13 de diciembre en otro contexto.
Porque la fiesta de Santa Lucía miraba hacia adentro y era necesario centralizar la tarea de ese día en la atención a los peregrinos. Por eso la festividad, considerada como fiesta de la comunidad parroquial, la traslado a septiembre y todo ese mes está dedicado a la familia parroquial.
Organizo un locro al que iban más de 400 personas. Como necesitamos un local amplio, por lo general utilizaban el Colegio de las hermanas rosarinas. También realizo una maratón y otras actividades para los chicos.