La gestión del padre Oscar De Bony
La gestión del padre De Bony en Santa Lucía fue breve si se la compara con los otros párrocos. Fue nombrado coadjutor por la enfermedad del padre Samperio y párroco después de su muerte. Posteriormente fue cura de la Inmaculada, también por pocos años, hasta que se lo nombró titular de San José de Flores, donde ejerció varios años.
El padre Osear De Bony, quien actualmente está a cargo del Hogar Sacerdotal, ubicado en Flores, recuerda que el administrador apostólico, monseñor Fermín Laffite, lo llamó el 13 de diciembre de 1957, para encomendarle que asumiera como coadjutor en Santa Lucía, con motivo de la enfermedad del padre Samperio.
El 6 de enero de 1958, el padre De Bony asumió la parroquia, presidiendo la ceremonia monseñor Miguel Medina.
Por ese entonces el padre Juan Kalajzic era un teniente muy activo y el nuevo titular le encomendó que cuidara al padre Samperio y además atendiera sus funciones tal como lo venía realizando hasta ese momento.
A la muerte de Samperio, el padre De Bony asumió como cura párroco y durante su gestión nació el Jardín de infantes, en la casa ubicada en Isabel la Católica, que fue donada por el hermano del padre Paso Viola. El Jardín fue el comienzo de la actual Escuela parroquial.
En 1960, con motivo de la Gran Misión de Buenos Aires, en la parroquia se alojaron sacerdotes españoles y monseñor Umberto Tonna, obispo de Florida, Uruguay.
Al padre De Bony le correspondió organizar los festejos de los 75 años de la parroquia, que fueron presididos por el nuncio apostólico de aquel entonces, monseñor Humberto Mozzoni.
Su gestión como párroco fue breve, si se tiene en cuenta que a fines de 1963 dejó la parroquia para ser destinado como titular de la Inmaculada Concepción. En su lugar fue designado el padre Isidoro Piedrabuena.