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SANTA AGUEDA
Nacida en Palermo o tal vez en Catania (Italia) alrededor del año 230.
Recibió la palma del martirio por defender su ideal cristiano, su honor y su pureza.
Los padres, nobles e ilustres la consagraron a Dios desde sus primeros años, mas Quinciano, gobernador romano devSicilia, atraído por su singular belleza física la asediaba constantemente a los efectos de satisfacer sus bajos instintos. La recluyó un mes en casa de una mujer llamada Afrodisia, que tenía cinco hijas, todas de conductas lascivas, con elpropósito de que renegara de su decisión de guardar virginidad.
Como no logró su objetivo quiso que apostatara de su fe e incluso ordenó que la torturaran con el máximo rigor, a todo lo cual Águeda respondía con firmeza y alegría. Enfurecido el impío gobernador mandó que le oprimieran los pechos brutalmente y luego se los cortaran, enviándola nuevamente a prisión y privándola de alimentos y atención médica.
Confortada por el auxilio del Señor y curada milagrosamente ( se dice que la visitó san Pedro), fue conducida una vez más ante el cruel funcionario quien determinó que desnuda fuera arrojada sobre las brasas ardientes y después recluída en un lóbrego calabozo donde luego de una ferviente oración expiró.
Según se cuenta, en ese mismo instante se detuvo la devastadora erupción del Monte Etna y cesaron los terremotos que venían azotando a Sicilia.
Peregrinación de Lucía y su madre al Sepulcro de Santa Águeda.
Habiéndose propagado por toda Sicilia la fama de la gloriosa mártir Santa Águeda a causa de los milagros obrados por ella, también los habitantes de Siracusa acudían a Catania al sagrado templo de la mártir, para orar.
Entre los demás también Lucía, preclara joven de la ciudad de Siracusa, se dirigió al templo el día de la festividad de Santa Águeda (5 de febrero) junto con su madre de nombre Eutiquia, quien desde hacía 40 años sufría un flujo de sangre, aunque había gastado en médicos sumas ingentes, sin conseguir alivio alguno a su mal.
Sucedió que, durante la celebración de la misa, ellas oyeron la lectura del pasaje evangélico que había conseguido la curación de una mujer que padecía hemorragias mediante el simple toque de la extremidad del manto del Señor (Mt. 9,20-22). Entonces Lucía, dirigiéndose a su madre, le dijo: “Madre, si prestaras fe a las cosas leídas, creerías también que Águeda, que padeció por Cristo, tiene un acceso libre y confiado a su trono. Toca, pues, con confianza su sepulcro y quedarás curada”.
La imagen pertenece al cuadro ubicado en la pared lateral del Altar Mayor de la Parroquia de Santa Lucía
Una vez terminados los sagrados misterios, todos se retiraron; en cambio, ellas se acercaron al sepulcro y se postraron orando a la mártir entre lágrimas. Oraron largamente.
Durante la oración, Lucía fue arrebatada por un sueño profundo y vio a Santa Águeda, rodeada por ejércitos de ángeles y esplendidísimamente adornada, que le decía: “Lucía, hermana mía y virgen del Señor, ¿ porqué me pides a mi lo que tu misma puedes conceder? Tu fe fue de gran ayuda a tu madre: ella ya está curada. Como por mi está colmada de gracias la ciudad de Catania, así por ti será honrada la ciudad de Siracusa, porque nuestro Señor Jesucristo se complació en que tú hallas conservado intacta tu virginidad”.
Santa Águeda visita tu hogar:
Si quieres recibir la imagen peregrina, comunicate con la secretaria parroquial de Santa Lucía de lunes a Viernes de 10 a 12 y de 17 a 19hs.
Telefono: 54 9 (11) 4362-8580
Whatsup: 54 9 (11) 2640-2528
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